Lo sentenciaron acusado de feminicido siendo inocente

en El Diario el 02-10-20 02:58

A las 9.45 horas del 25 de noviembre de 2014, Moisés Bascopé Zambrana asesinó y quemó a su concubina Verónica Menacho Chilo, en su vivienda ubicada en la intersección de la avenida Quinto Anillo, entre Valle Grande y Mariscal Santa Cruz, de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Los vecinos llamaron a la Policía que levantó el cadáver de la mujer, pero no pudo capturar al autor.

Un día antes, el 24 de noviembre de 2014, Reynaldo Ramírez, quien vivía en Cochabamba, se trasladó a la ciudad de Santa Cruz porque fue contratado para realizar un trabajo en la termoeléctrica de Warnes. En el momento que se trasladaba de Santa Cruz a Warnes tuvo un accidente de tránsito por lo que fue internado en el hospital de Warnes, donde fue atendido hasta las seis de la mañana del día 25 de noviembre de 2014, momento en el que los médicos le dieron el alta.

Al promediar las 8.30 llegó a su fuente laboral para pedir que lo ayuden a cubrir los gastos médicos y negociar su retiro. Mientras él conciliaba con su jefe se consumaba el feminicidio de Verónica.

El día 26 de noviembre de 2014 retornó a Cochabamba y tras unas semanas se fue a Chile a realizar un trabajo eventual que le ofrecieron.

La Policía y la Fiscalía iniciaron las investigaciones por la muerte de Verónica. Por motivos que aún se desconoce, un efectivo policial se hizo pasar por una mujer y le envió una solicitud de amistad en Facebook, tras conversaciones acordaron verse en la terminal de buses de Cochabamba en fecha 11 de mayo de 2015. La dama nunca llegó, pero sí varios policías vestidos de civil, quienes lo aprehendieron y condujeron hasta la Fuerza Especial Contra el Crimen sin explicación alguna y menos permitir llamar a un abogado.

Recuerda ese día como el más funesto de su vida, porque lo torturaron hasta fracturarle una parte de su dentadura, lo amenazaron con arrojarlo por un puente si no confesaba el feminicidio de Verónica, pero él no lo podía admitir porque ni siquiera conocía a la víctima.

Posteriormente, fue trasladado a la ciudad de Santa Cruz, donde permaneció encerrado, sin alimentos, agua, acceso al baño y tampoco le permitieron comunicarse con algún familiar y menos con un abogado.

Allí fue sometido a un desfile identificativo y posteriormente imputado por la Fisc...