Aparecen más casos de víctimas de tentativas de feminicidio cuyos agresores no fueron castigados ejemplarmente y están libres

Con la muerte violenta de Vilma Flores Zurita, asesinada en manos de su expareja, aparecen más casos de víctimas de violencia que tuvieron que peregrinar por justicia y resignarse que sus agresores no sean encarcelados y hoy gocen de libertad poniendo en riesgo su integridad física.

La directora de la Casa de la Mujer Ana Paola García contó dos casos donde las víctimas fueron agredidas a extremos de perder el 100 por ciento de la visibilidad de sus ojos a manos de sus exparejas.

En primer caso se trata de Mirtha, una mujer que convivió con un expolicía, temperamental y violento con antecedentes de maltrato por violencia a sus anteriores parejas quienes lo denunciaron por tentativa de feminicidio.

La mujer que encaró un proceso penal contra el padre de sus hijos, que la golpeo hasta dañarle un ojo, no logró conseguir encarcelarlo, pese a que presentó cuatro informes forenses con días d...