Posesión Poca autocrítica y ataques a Áñez marcan el discurso de Luis Arce
Luis Arce Catacora es desde ayer presidente de Bolivia. El exministro de Economía juró al cargo con un mensaje cargado de ataques al saliente Gobierno transitorio, poca autocrítica respecto a la anterior gestión del Movimiento Al Socialismo (MAS) y con varios dardos contra sectores de oposición, a los que tildó de “minorías excluyentes”. Sin embargo, prometió combatir la pandemia, redistribución de las riquezas y trabajar por la unidad del país.
En el acto de posesión, Arce lloró, repartió abrazos y saludos y juró al cargo con la mano en el corazón (no con el puño izquierdo en alto, como lo hacía su antecesor, Evo Morales). En su discurso, no mencionó al expresidente, su mentor político y de quien fue ministro por 13 años.
El jefe de Estado fue posesionado en el hemiciclo de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), en La Paz, ante tres presidentes, cuatro cancilleres y más de 10 delegaciones internacionales, que se mezclaron con los más de 150 senadores y diputados y familiares de las nuevas autoridades, quienes rebasaron la capacidad de este auditorio. Afuera, en plaza Murillo, miles de simpatizantes del MAS festejaban bajo la atenta mirada de centenas de guardias sindicales, traídos de diversos puntos del país para dar “seguridad” al jefe de Estado.
El mandatario terminó su día con reuniones bilaterales con sus pares de Colombia, Iván Duque; de Argentina, Alberto Fernández, y de Paraguay, Mario Abdo, además de delegaciones y cancilleres de otros estados.
La protesta de los legisladores opositores por los dos tercios en las cámaras legislativas no quitó brillo al acto, pero marcó políticamente el acto.
