El mercado Calatayud, refugio de decenas de migrantes e indigentes

en Los Tiempos el 22-03-22 12:39

Un día más, un día menos, es igual para Félix Quispe, quien se acomoda en el suelo de cemento del pasillo de venta de cosméticos del mercado Calatayud. Sabe que el centro es el mejor lugar, porque la brisa fría golpea más fuerte en la noche por los costados o cerca de los ingresos. 

Esta vez se cubre con tres frazadas, una de ellas fue un obsequio de un grupo de jóvenes que en ocasiones suele repartir ropa y comida a las decenas de personas que pasan la noche en la calle; la otra se la regaló en diciembre pasado una autoridad cuyo nombre olvidó, y la tercera se la compró hace varios años. Es martes, casi a las 22:00, en estos días de marzo, el frío parece haber recrudecido y será más intenso en junio y julio, por eso un hule o cartón es necesario para el suelo, Félix lo sabe. 

En este ambiente no hay amistad, pero sí, alguna vez, compañerismo para protegerse de los inhaladores de clefa que deambulan por las noches e intentan robarles sus pocas pertenencias. Cada quien sabe cómo sobrevivir y cuidar de lo suyo y, claro, de sí mismo. Cada día tiene su afán, uno más, uno menos, es igual. 

Félix es de la tercera edad: tiene más de 65 años, y es de La Paz. En ocasiones trabaja de ayudante de albañil y en otras vende galletas o ropa en las calles. Genera poco, pero es suficiente —dice él— para subsistir. Hoy le tocaba vender; no obstante, no fue una jornada buena porque la lluvia ahuyentó a los compradores. 

“Me quedaré unos meses más y luego me iré a La Paz. El clima de Cochabamba me hace bien, a...