Advertencias y reconciliación marcan posesión de autoridades

Los flamantes gobernadores y alcaldes de Bolivia asumieron este lunes sus cargos con el reto de superar la pandemia de Covid-19 y la crisis económica, además con el desafío de coordinar con el Gobierno central presidido por Luis Arce. Casi todos de forma coincidente hicieron llamados a la reconciliación y la necesidad de dejar atrás las rivalidades del período elector para trabajar juntos, pero también hubo algunos pedidos firmes para que cese la persecución y el amedrentamiento. 

En cada una de las regiones, durante la jornada se desarrollaron diferentes actos protocolares para la toma de juramentos y la asunción de mando de las nuevas autoridades, a las que también se suman legisladores departamentales y concejales municipales. 

Con estos actos se completó el proceso electoral, que se llevó de manera atípica por la crisis política y social de 2019, que derivó en el establecimiento de un gobierno transitorio, además de la pandemia de coronavirus que derivó en una crisis económica. 

Mientras se celebraban todos los actos, el presidente Luis Arce, junto a varias autoridades de Gobierno, participaba de la Fiesta del Tinku, donde pidió a las organizaciones de su partido, unidad ante algunos intentos de “desestabilización” de la “derecha”.

“Hoy vivimos en paz y tranquilidad, hoy estamos tranquilos, queremos trabajar; pero la derecha no duerme, hermanos, la derecha está ahí, está trabajando, quiere desestabilizarnos. Por eso más que nunca unidad, hermanos, entre todos nosotros”, señaló en un acto en el municipio de Macha (Potosí).

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