Mario Fortunato Ríos llegó a Bolivia y no se fue más

en Los Tiempos el 12-04-21 12:59

Mario Fortunato Ríos Álvarez es uno de muchos futbolistas extranjeros que llegaron a Bolivia sin imaginarse que después echarían raíces en el país que los acogió con los brazos abiertos, cuando llegaron con la ilusión de triunfar haciendo lo que más les gusta: jugar fútbol.

Ríos llegó hace 47 años para vestir la casaca de Ingenieros de Oruro y desde entonces se quedó a radicar en el país, porque transitó su fútbol por varios equipos nacionales.

Es más, se naturalizó boliviano, se casó con una cochabambina y reside en el valle desde hace varios años. 

¿Por qué le gustó el fútbol?

Me crié en una familia futbolera, desde muy pequeño me llevaban a verlos jugar, pero más allá de esa influencia creo que uno nace para el fútbol.

Comencé a jugar a mis nueve años en el Club Nueva Chicago de la Primera B del fútbol argentino, después pasé a Liniers de la misma categoría, a la tercera de San Lorenzo, donde terminé mi formación y me fui a jugar en la primera división de Nacional de Paraguay. Posteriormente pasé a Chalaco de Perú, luego vine a Bolivia. 

¿Cómo llegó a Oruro para jugar en el club Ingenieros?

Llegué en el mes de noviembre de 1973 para jugar en el campeonato nacional y al año siguiente en el local erigiéndome como goleador.

A mediados de 1974, al finalizar la temporada, el director técnico Reynaldo Párraga vino a Oruro para dialogar conmigo y me propuso trasladarme a Cochabamba para jugar en Wilstermann, y nos clasificamos junto a The Strongest, para jugar la Copa Libertad...