Venezuela, el país que deja de comer carne

en El Día el 17-03-21 12:23

La desilusión se dibuja en el rostro de la obrera María Ponte cuando sale de una carnicería en el barrio caraqueño de Petare, el más grande y problemático de Venezuela, donde entró con la esperanza de que algún fenómeno hubiera echado los precios al suelo, lo que le habría permitido comer carne por primera vez este año.

Pero al salir del comercio, donde la carne abarrota las neveras, la mujer solo carga con varios kilos de piel de pollo, con los que fabricará su propio aceite para freír huevos y arepas. "Yo tengo más de 3 meses que no me como un pedacito de carne", dice María Ponte a una agencia de noticias. "Fue un bistec que nos comimos el hijo mío y yo. Y somos dos personas nada más en casa", agrega.

En otro punto de Petare, la pensionista Encarnación Almarza corre mejor suerte y compra varios kilos de carne. Pero después aclara a la agencia que no son para su casa, sino que la usará para preparar los pasteles rellenos que vende cada día para redondear sus ingresos.

Es decir, guisará y venderá la carne, pero no la probará si bien señala que come todos los días, aunque sean alimentos más accesibles, algo que no pueden decir todos los habitantes de este barrio pobre, en el que los problemas de Venezuela encuentran vitrina.

Sin poder de compra

Casos como el de Ponte y Almarza se...