Bombas de fósforo blanco: arma química prohibida que estaría usando Rusia
Ucrania ha denunciado que Rusia está usando bombas de fósforo blanco en varios enclaves del país como la región de Lugansk. Se trata de un tipo de arma química considerada ilegal según la Convención de Armas Químicas de 1997 cuando se emplea en zonas habitadas por civiles, por lo que, en caso de que se confirme su uso por parte del Ejército ruso, la guerra Ucrania-Rusia adquiriría una dimensión más incierta y preocupante.
“No voy a especular más allá de decir lo siguiente: cualquier uso de armas químicas cambiaría enormemente la naturaleza del conflicto, sería una flagrante violación de la ley internacional y tendría consecuencias generalizadas y severas”, avisó Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN.
Ya la pasada semana, Oleksi Biloshytsky, jefe de la policía de Popasna, ciudad al oeste de Lugansk, adelantó que las tropas rusas estaban realizando ataques con esta arma química ilegal en su municipio. Explicó que este tipo de bombas “era lo que los nazis llamaban una ‘cebolla ardiente’”.
Las bombas de fósforo blanco son artefactos explosivos compuestos de una aleación de tungsteno, con pequeñas partículas de níquel y cobalto que, al explotar, se desintegra y disemina un polvo que actúa como metralla. Y es que contienen una sustancia química tóxica que se enciende cuando se expone al oxígeno atmosférico a temperaturas superiores a los 30ºC y continúa ardiendo mientras está expuesto al oxígeno, hasta que se agota. La reacción química crea un intenso calor de unos 815ºC y produce tanto luz como un espeso humo químico.
Dichas características hacen que el fósforo blanco sea útil para crear cortinas de humo con el propósito de ocultar los movimientos de las tropas, bloquear los sensores térmicos, marcar y señalizar, proporcionar rastreadores para las municiones y destruir los suministros de combustible y los depósitos de municiones.
