Misterio de Hatshepsut, faraona que fue sistemáticamente borrada de la historia

en El Diario el 21-09-20 07:05

Datos históricos revelan el misterio de Hatshepsut, la faraona que fue sistemáticamente borrada de la historia. Durante más de dos milenios nadie supo de su existencia, a pesar de haber tenido el rango de faraón, uno de los más formidables y exitosos reyes del mundo antiguo.

Vivió en el siglo XV a.C. pero su nombre permaneció oculto hasta el siglo XIX, cuando la decodificación de los jeroglíficos permitió leer las inscripciones que habían sobrevivido el ataque contra su monumental legado en piedra.

Uno de los primeros testigos de la profanación fue Herbert Winlock, jefe del equipo arqueológico del Museo Metropolitano de Arte en Egipto, quien, en 192, se encontró los restos de estatuas de un faraón que habían sido destrozadas adrede en el pasado remoto.

Las imágenes habían sufrido "casi todas las indignidades imaginables", escribió, en manos de individuos que -en su opinión- expresaron "su despecho sobre los rasgos sonrientes y brillantemente cincelados" de un faraón otrora honrado.

La escena de destrucción había sido encontrada en el gran complejo de templos funerarios y tumbas de Deir el-Bahari, ubicado frente a la antigua Tebas -hoy Luxor-, Egipto, al otro lado del Nilo.

Eso era muy significativo. Para los antiguos egipcios, la muerte no era más que un paso en el camino hacia una vida eterna y feliz.

El espíritu podía vivir más allá de la tumba, pero sólo si quedaba algún recuerdo (un cuerpo, una estatua o al menos un nombre) del difunto en la tierra de los vivos.

La evidencia mostraba que este faraón había sido efectivamente maldecido con una muerte sin fin. Para los egiptólogos de la generación de Winlock, la historia que empezó a revelarse era una de engaño y venganza: la de una mujer que había sido una "usurpadora, del tipo más vil" y un hombre que se desquitó de ella tras su muerte "como no se había atrevido en vida", escribieron.

Pero a medida que los expertos lograron, con fragmentos de evidencia, reconstruir su historia, la opinión ha ido cambiado.

PRINCIPIO DE

ESA HISTORIA

Las estatuas profanadas eran las de uno de los faraones más exitosos e influyentes, una de las pocas mujeres que gobernó Egipto como faraón y cuyo reino (1479-1458 a.c.) duró más que el de cualquier otra hasta Cleopatra.

Su nombre era Hatshepsut, que significa "la más importante de las damas nobles"; era una princesa real, hija del rey Tutmosis I, un general famoso por legendarias batallas militares, y su consorte, la reina Ahmose.

No tenían un heredero varón, pero no importaba mucho; en el harén real había una opción aceptable: el príncipe Tutmosis, hijo de una respetada reina secundaria.

Para proteger el linaje real, el padre de ambos ordenó que se casaran, así que cuando él "descansó de la vida", los medio-hermanos heredaron el trono sin ser desafiados.

Pero unos tres años después de la coronación, Tutmosis II se enfermó y murió, y el único sucesor masculino adecuado disponible era el pequeño hijo de una de las mujeres de más baja cuna de su harén.

A pesar de que no era raro que las madres tomaran las riendas del poder si los faraones eran demasiado jóvenes para gobernar, la de Tutmosis II no tenía ninguna preparación para asumir tal responsabilidad así que Hatshepsut, la reina viuda, se convirtió en regente en nombre de su hijastro/sobrino.

Las imágenes de la época muestran a Thutmosis III retratado como si fuera un faraón adulto, aun...