Jugadores sufren imprudencia dirigencial; torneo maratónico, deudas y Covid-19

en El Día el 27-12-20 10:09

Como robots programados, para no sufrir cansancio, problemas de salud ni necesidad económica. Los jugadores de la División Profesional están pagando el precio de la imprudencia dirigencial, que tras darse una pequeña tregua por la pugna de poder -dentro de la Federación Boliviana de Fútbol- decidieron que sus trabajadores culminen el torneo Apertura de manera maratónica, jugando cada 48 horas o 72. El efecto de esta negligencia tiene desgastados a los futbolistas, que partido tras partido dan a conocer su malestar por la situación, donde además, toca el bolsillo de varios, pues muchos clubes bordean los cinco meses de sueldos adeudados. Y no solo eso, el rebrote de Covid-19 en el país tiene aislado a varios jugadores que, para su "tranquilidad", el campeonato ingresa a su última semana de definición.    

Inviable. Bolivia fue el último país en Sudamérica en reanudar su torneo local. Después de la emergencia sanitaria por el Covid-19, que se llevó la vida del entonces mandamás del fútbol boliviano, César Salinas (+), los dirigentes de los clubes dividieron criterios para definir el nuevo sucesor. Entre denuncias, amenazas y falta de acuerdo, Marcos Rodríguez fue reconocido por la FIFA como el mandatario y dio vía libre para las elecciones del nuevo presidente. Fernando Costa fue el elegido para cumplir las dos gestiones restantes.

La prioridad fue el retorno del fútbol, que reinició después de ocho meses bajo una modalidad inédita.

"Jugamos 14 fechas en un mes, como tres o hasta cuatro partidos por semana (...) Vamos a jugar hasta navidad, el 25 viajamos a jugar a El Alto y después el 31 vamos a Oruro. No hay fiestas", declaró el guardameta chileno de Municipal Vinto, Claudio Santis, a un medio de su país. 

"Esto puede ser consecuencia de un desgaste que tuvimos los tres partidos afuera: volvimos, tuvimos que salir a la cancha a ga...