Una mujer sobrevive al terremoto enterrada viva con su bebé de 10 días durante más de 90 horas

en Los Tiempos el 13-02-23 12:27

Ha pasado poco más de una semana desde que un terremoto mortal golpeó a Turquía y Siria, matando a miles de personas. Pero en medio de la desesperación, ha habido historias de "milagros". Esta es una de ellas.

Cuando Necla Camuz dio a luz a su segundo hijo el pasado 27 de enero, lo llamó Yagiz, que significa "valiente".

Diez días después, a las 04:17 hora local, Necla estaba despierta y alimentando a su hijo en su casa en la provincia de Hatay, en el sur de Turquía. Poco después quedaron enterrados bajo montones de escombros.

Necla y su familia vivían en la segunda planta de un edificio moderno de cinco pisos en la ciudad de Samandag. Era un "buen edificio", dice, y hasta entonces se había sentido segura allí.

No podría imaginar que esa mañana toda la zona quedaría destrozada por el terremoto, con edificios dañados y destruidos a cada paso.

"Cuando comenzó el temblor, quería ir donde mi esposo, en la otra habitación. Él quería hacer lo mismo", cuenta Necla.

"Pero cuando trató de venir hacia mí con nuestro otro hijo, el armario se les cayó encima y les fue imposible moverse."

Con los minutos, la situación empeoró.

"A medida que el terremoto se hacía más grande, la pared se cayó, la habitación se zarandeaba y el edificio iba cambiando de posición. Cuando paró, no me di cuenta de que había caído un piso hacia abajo. Grité los nombres de mi hijo y mi esposo, pero no hubo respuesta. "

Necla, de 33 años, se vio recostada con su bebé aún entre sus brazos y sobre el pecho. Un armario que había caído justo a su lado, salvó la vida de ambos al impedir que una gran losa de hormigón los aplastara.

Madre e hijo estuvieron en esta posición durante casi cuatro días.

En pijama, recostada entre los escombros, Necla no veía nada, todo era "completamente oscuro". Tenía que confiar en sus otros sentidos para averiguar qué estaba pasando.

Para su alivio, de inmediato se dio cuenta de que su hijo Yagiz aún respiraba.

Al principio y debido al polvo, a ella le costaba respirar...