Presión judicial de accionista del 16% impide venta de casa de Los Tiempos

en Los Tiempos el 22-08-22 04:23

La presión judicial impulsada por uno de los aparentes socios de la empresa ICC, accionistas minoritarios de Editorial Canelas (16,66 por ciento), impide la venta de una vivienda, ubicada en la avenida América de propiedad de Los Tiempos, mediante un proceso civil por una apelación a dos resoluciones que no tienen nada que ver con la venta del inmueble “improductivo”, explicó el abogado de Editorial Canelas, Óscar Guillén.

Los empresarios de ICC acreditan el 33,33 por ciento de las acciones frente al 66,67 por ciento que tienen los accionistas mayoritarios, pero sólo uno de los tres accionistas cedió un porcentaje (16 por ciento). 

“Los de ICC realizaron una impugnación de dos actas de accionistas de Los Tiempos, esas dos actas fueron ratificadas por los accionistas en dos juntas (de enero y febrero). Esas actas no tienen nada que ver ni con la casa (de la América) ni con el edificio de Los Tiempos”, dijo Guillén.

Este medio intentó entrevistar a uno de los abogados de la empresa ICC, Carlos Ruiz, pero el jurista señaló que no está autorizado para brindar entrevistas a los medios ni emitir ningún criterio sobre el proceso que está “siguiendo su curso”.

Extraoficialmente, Los Tiempos accedió a la nómina de los accionistas de ICC. En el documento de composición empresarial figuran Gonzalo Canelas (49,6%), Mauricio Canelas (49,6%) y Eduardo Canelas (0,8%).

Sin embargo, el matutino denunció que el hijo de un exdiputado del MAS, Eduardo Valdivia, un empresario vinculado al Gobierno, adquirió las acciones de Mauricio Canelas (16,66 por ciento).

“El que tiene el control de ICC es un empresario, Eduardo Valdivia Zambrana, quien ha adquirido las acciones del exsocio de Editorial Canelas S.A., Mauricio Canelas. Desde esa posición minoritaria, Valdivia, un empresario vinculado al MAS, ha comenzado a activar fiscalizaciones impositivas con multas millonarias, fiscalizaciones de la reguladora estatal de empresas y, por último, también ha soltado a los mastines de la justicia podrida...