Sudáfrica revive los fantasmas de la violencia del 'apartheid'

en El Día el 23-07-21 04:24

Sudáfrica vive estos días en una paz precaria e impuesta por la presencia del Ejército en sus calles. Son 25.000 los soldados a los que el Gobierno sudafricano se ha confiado para conjurar la que ha sido la peor oleada de disturbios en el país -337 personas han muerto en las revueltas- desde el fin del apartheid, hace ahora 27 años. El jueves, la carretera que lleva a la prisión de Estcourt, en la región de KwaZulu Natal, amaneció flanqueada por algunos de esos militares, junto a numerosos policías. Aguardaban a un solo hombre, uno de los reclusos, autorizado a dejar la cárcel por unas horas para asistir al entierro de su hermano. Ese preso era Jacob Zuma, de 79 años, expresidente de Sudáfrica.

El miedo a que la fugaz salida de prisión del otrora jefe de Estado reavivara la violencia no era infundado. La chispa que provocó los disturbios fue precisamente su ingreso en la cárcel, el 8 de julio, para cumplir una condena del Tribunal Constitucional por desacato, después de Zuma se negara reiteradamente a comparecer ante la Comisión Zondo, que investiga la corrupción sistemática de sus nueve años de presidencia (2009-2018). Se calcula que en ese período se malversaron 39.000 millones de dólares de las arcas del Estado.

El expresidente se entregó voluntariamente para cumplir su pena pero, durante una semana, la democracia más avanzada del continente africano se transformó. Las imágenes de personas saqueando tiendas, apaleando, quemando mobiliario urbano, enfrentándose con fuego real a guardias de seguridad y a grupos civiles armados se extendieron con rapidez. Esas estampas de caos absoluto ocurrieron en las provincias de Gauteng (la más poblada del país y que incluye a Johannesburgo y Pretoria) y en KwaZulu-Natal, el feudo de Zuma y su lugar de origen, donde comenzó la protesta y donde se encuentra el penal al que el antiguo mandatario regresó el jueves sin incidentes para seguir cumpliendo su pena.

Tras el estallido de las protestas, la situación se desbocó tant...