Malos mensajes

El presunto gobierno de Luis Arce tendría que interesarse en las cosas que hacen, en su nombre, quienes han tomado el timón del país desde otras oficinas.
El gobierno elegido en muy dudosas elecciones en octubre pasado, ha proclamado que quiere atraer inversiones extranjeras.
Pero quienes actúan en su nombre, o por encima de él, hacen cosas que ahuyentarían a los inversionistas porque son pruebas de que aquí no se respetan las leyes.
Y es muy sabido que los inversionistas solo quieren "seguridades jurídicas" donde van a operar. Luego preguntan por el clima.
Que un fiscal diga que una expresidenta no merece la confianza de la justicia porque es divorciada, muestra que quienes manejan el país están, por lo menos, desquiciados.
O un juez capaz de asegurar que, el 10 de noviembre de 2019, desde la lejana San Joaquín, una señora haya "obligado" a una señorita que estaba en La Paz a renunciar a la presidencia del senado, es síntoma de grave escasez de neuronas en el cerebro.
Pero el que se lleva la flor es el juez que acusa a un joven de Cochabamba de haber enviado el virus chino al Chapare a bordo, seguramente, de una "flota" provista de probetas congeladas. Una locura total.
Sin contar el caso de la ANH que propone un proceso a quienes manejaban YPFB en abril de 2020, porque durante cinco días dejaron sin combustibles al Chapare, perjudicando a los fabricantes de droga.
Aunque quizá, en este último caso, los inversionistas sospechen que se trate de una prueba que envía el gobierno a los empresarios del mundo de que jamás les faltará a ellos ningún insumo o precursor si llegaran a operar en Bolivia, ya que están demostrado que aquí se protege incluso a las actividades ilegales.
Pero el gobierno "legal" ha callado en siete idiomas. Ni siquiera David Choquehuanca, el vicepresidente, nos regala con algun...