Rivalidad UEFA-Conmebol, 20 años de una pulseta desigual

en Los Tiempos el 15-11-22 04:38

Veinte años de travesía del desierto. Nunca el fútbol sudamericano ha estado tanto tiempo sin alzar el trofeo de la Copa del Mundo. En Catar, una vez más de la mano de Neymar y Messi, vuelve a afrontar el reto de desbancar a Europa.

La historia de los Mundiales es la de la rivalidad entre Sudamérica y Europa. Un litigio que comenzó hace casi un siglo en Uruguay, donde la Celeste, con el impulso adquirido en los dos Juegos Olímpicos previos —entonces mundiales oficiosos— inauguró la cuenta para la Conmebol.

La respuesta europea llegó cuatro años después, con la Azzurra de Vittorio Pozzo y su “método”, ganadora bajo la tutela de Mussolini en 1934, pero también reforzada por la confirmación de su éxito cuatro años después en Francia.

Se habían sentado las bases de la rivalidad, de la confrontación de estilos. En palabras del cineasta y poeta italiano Pier Paolo Passolini, “América ponía la poesía y Europa la prosa”, o como ha sugerido el cantautor y escritor brasileño Chico Buarque “América era la dueña del balón y Europa del campo”. El virtuosismo frente al orden táctico.

Por eso, reanudada la competición tras la Segunda Guerra Mundial, Uruguay recuperó el trono gracias al Maracanazo y el Milagro de Berna permitió el primer título alemán. Cada bloque seguía ganando en su continente. Hasta que apareció Pelé.

Bajo la batuta del genio mineiro, Brasil conquistó el título en Suecia y repitió en Chile —con la aportación decisiva de Garrincha, tras la lesión de aquel...