Huir de Afganistán, un viaje plagado de miedo, violencia y culpa

en Los Tiempos el 23-08-21 10:15

Frente al aeropuerto, los soldados estadounidenses y franceses señalan a quienes podrán acceder a uno de los vuelos de evacuación : "él está con nosotros, él no...". Los que logran pasar, podrán escapar de Kabul, cuenta Mohamed. Los demás, tendrán que quedarse.

Mohamed es uno de los cientos de afganos que fueron evacuados a Francia en los últimos días tras la toma de poder de los talibanes. Algunos de ellos contaron a la AFP sus últimos momentos en Afganistán, marcados por el miedo, el alivio y la tristeza.

"Intenté entrar en la embajada (francesa) varias veces. Pero los talibanes me lo impedían. Uno de ellos me golpeó con su Kalashnikov. Estaba llorando en la calle cuando alguien en el lado francés me vio. Nos abrieron la puerta", dice Maryam, devastada por haber sido separada de uno de sus hijos durante la evacuación.

Bajo seudónimo, por miedo a las represalias contra sus familiares, relataron las palizas e insultos que sufrieron, la huida desesperada de la capital afgana y el alivio que sintieron al llegar a Europa, teñido de una inmensa tristeza por dejar atrás su país y a algunos de sus seres queridos.

Jibran tuvo que dejar toda su vida atrás. El simple hecho de que trabajara como chófer para una empresa extranjera le hacía sospechoso a los ojos de los talibanes, dice.

"Salí de Afganistán sólo con la ropa que llevaba puesta y con mi familia. Fui directamente del trabajo a la casa. Cerré la puerta con llave y nos fuimos" a la embajada de Francia, cuenta este cuarentón de barba negra.

En sus bolsillos llevaba siete pasaportes -- el suyo, el de su esposa y los de sus cinco hijos --  y 2.000 afgani (la moneda afgana), es decir, menos de 20...