Venezuela: era casi un emirato y ahora casi no tiene gasoil

en El Día el 17-03-21 12:23

“La escasez de gasoil es muy grave. Si no hay una solución, aunque sea transitoria, en los próximos 15 días, comenzará la paralización de toda la cadena productiva”.

Es la advertencia de Aquiles Hopkins, presidente de Fedeagro, asociación que agrupa a los productores agropecuarios de Venezuela.

Según cuenta, la escasez del diésel que sufre el país ha llevado ya a que se estén echando a perder cosechas enteras en los estados occidentales debido a la falta de transporte para llevarlas a los mercados.

La siembra de la próxima temporada también está en peligro en un país en el que, según el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, dos tercios de la población no cuenta con un suministro estable y suficiente de alimentos.

El problema se siente en los campos de estados eminentemente agrícolas como Portuguesa o Táchira, pero también en ciudades como Caracas, donde las colas de autobuses y camiones para recibir el diésel gratuito que entrega el Estado ya son más largas que las de los particulares que esperan a que les surtan gasolina.

En la gasolinera de la avenida de San Martín, en el oeste de Caracas, el transportista Alberto Guerrero espera resignado al volante de su viejo camión. “Llevo desde primera hora de la mañana aquí y aún no sé cuándo voy a poder llenar el tanque”.

Se dedica al reparto de alimentos y artículos de ferretería por Caracas, pero dice que ha tenido que reducir su actividad por la falta de carburante. “Antes salía cinco días a la semana; ahora solo puedo hacerlo dos veces”.

Los venezolanos se han acostumbrado en los últimos meses a lidiar con la creciente escasez de gasolina en el país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, pero en las últimas semanas han visto como el problema se extendía al gasóleo.

El diésel, también denominado gasóleo o gasoil, es un hidrocarburo líquido utilizado principalmente como combustible en calefacción y en motores de automoción, aunque tiene otros muchos usos.

Al tratarse del combustible más utilizado para el transporte de carga, incluidos alimentos y medicinas, los expertos alertan de que el problema puede encarecer los costes, agravando el problema de la hiperinflación, y dificultar aún más el acceso a la comida.

“Si no se resuelve, aumentará drásticamente la inseguridad alimentaria en el país”, pronostica Hopkins.

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