Birmania vive ola de protestas, represión, juicios civiles y muertes

en Los Tiempos el 08-03-21 07:27

Mientras el movimiento de desobediencia civil entierra a las víctimas de la represión en Birmania (Myanmar), la junta militar que protagonizó el golpe de Estado del 1 de febrero se enroca en el poder pese a la condena internacional.

La represión que cobró más de una veintena de vidas en un solo día –domingo 28 de febrero– y  38 personas más el pasado miércoles fue condenada por el secretario general de la ONU, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y la comunidad internacional.

Estados Unidos no escondió su preocupación y amenazó con nuevas sanciones contra el gobierno de facto.

“Condenamos el brutal asesinado de personas desarmadas por parte de las fuerzas de seguridad birmanas, sus ataques contra periodistas y activistas y las detenciones arbitrarias. Washington en estrecha coordinación con sus socios y aliados, ha dejado claro a los militares birmanos que la violencia contra los birmanos es abominable. La escalada reciente y la táctica de las fuerzas de seguridad es condenable”, señaló el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price. 

¿Qué pasa en Birmania?

Desde el pasado 1 de febrero, el país del sudeste asiático ha vuelto a las imágenes clásicas de los cambios de gobierno por la fuerza: marchas militares, tanques en la calle, detención de los líderes políticos elegidos democráticamente.

Este retorno al pasado puede ser especialmente trágico en un país que tan solo había comenzado un frágil e imperfecto camino hacia la democracia hace menos de 10 años, tras casi medio siglo de dictadura militar. 

La imagen actual, con las Fuerzas Armadas en el poder y la líder política Aung San Suu Kyi bajo arresto domiciliario, es  parecido a la de entonces. 

El jefe del Ejército y nuevo dirigente de facto del país, el general Min Aung Hlaing, ha prometido la celebración de nuevas elecciones en el plazo de un año y la cesión de poder al ganador, pero hasta entonces podría maniobrar desde el Ejecutivo para asegurar la victoria de un partido afín a sus ideas en unos comicios con pocas garantías. 

Parte de la sociedad civil de Birmania ha rechazado el golpe y se ha unido a un creciente movimiento de desobediencia civil en su contra.

Las próximas semanas marcarán el destino del pronunciamiento; condenado en bloque por las...