Madrid refuerza el destino de Nadal

en Los Tiempos el 01-05-24 09:45

Un sinfín de sensaciones invadió a Rafael Nadal en la última noche de abril, una vez pasada y asumida la derrota ante el checo Jiri Lehecka que firmó el adiós para siempre del ganador de veintidós Grand Slam del Masters 1000 de Madrid y, probablemente, la salida definitiva de cualquier cancha española.

La satisfacción por el deber cumplido, la tristeza por decir adiós, la dicha por acabar con una evidente mejoría con la que no contaba, la alegría por el cariño recibido, las secuelas de un notable esfuerzo físico y mental, el alivio... emociones combinadas ante miles de seguidores incapaces de frenar el paso del tiempo y de evitar el final anunciado.

Salió Nadal de la Caja Mágica con el calor de los suyos a su lado y el sosiego después de haberse vaciado. Con más días de estancia en Madrid de los pensados, con una sonrisa y un recorrido aún por hacer para cumplir con la hoja de ruta marcada en su despedida.

Nada que ver con su llegada a Madrid. Con el gesto algo torcido, aire pesimista y malos augurios. Semanas atrás no tenía claro poder volver a jugar, ser competitivo. Llegó de Barcelona, el punto de salida en otro intento de recuperación, de remontada al vuelo, con más dudas que certezas. Con un triunfo evidente en su primer partido contra el italiano Flavio Cobolli pero c...