Alemania se aferra a la vida tras empate

en Los Tiempos el 28-11-22 09:53

Alemania estaba perdida, sin alegría, sin gracia, a merced de una España mucho más clínica y precisa con la pelota. La única esperanza era un chico de 19 años, hecho de goma, capaz de desbordar en una baldosa y que, en un arrastre en el área, le sirvió a placer el 1-1 a Niclas Fullkrug, salvó los muebles de Alemania y revivió a su selección.

Jamal Musiala, nacido en Stuttgart, pero criado en el fútbol inglés, a la vera de la cantera del Chelsea, demostró ayer en el Al Bayt de Catar que es capaz de echarse a toda una Alemania a sus espaldas. Todo, con unos datos espectaculares. Completó el 100% de sus centros, el 85% de sus pases fueron precisos, tocó la pelota 47 veces, regateó con éxito más del 50% de las veces, ganó siete balones en el suelo y repartió la asistencia del único gol alemán.

Pero no todo son los pases en uno de esos futbolistas que regalan al ojo. Da gusto ver a este chico agarrar la pelota y deshacerse de rivales con la misma facilidad con la que lo hacía Pedri en el otro lado del campo. Da gusto verlo conducir la pelota pegada al pie, como si sus botas estuvieran impregnadas con pegamento. Da gusto verlo escurrirse entre líne...